Cuando no se toman las medidas pertinentes en materia cinegética, cuando se desoyen los consejos de los cazadores, ocurren cosas tan lamentables como la intervención de los agentes rurales catalanes abatiendo jabalíes de noche y en 4x4 provistos de focos.
Agentes rurales en una de las salidas nocturnas para reducir la población de jabalíes en Gerona. (Foto: Marta Rodríguez. 'El País')
Es lo que está sucediendo en Gerona, donde las altasdensidades cochineras han llevado a las autoridades a permitir este tipo de actuaciones nocturnas de los agentes rurales para reducir la población de jabalíes, la cual se ha disparado en Cataluña en general y en Gerona en particular, con los consiguientes daños agrícolas y las protestas de los payeses.
Así, armados con rifles, de noche y a bordo de todoterrenosque cuentan con focos (como si de furtivos se tratase), los agentes medioambientales gerundenses han abatido más de 350 jabalíes en unas quince salidas realizadas este verano.
En lugar de aumentar los cupos de capturas a la vista del incremento poblacional de la especie en los últimos años, como así han aconsejado las sociedades y clubes de cazadores, la Administración catalana ha dejado que el problema fuese adquiriendo mayores dimensiones hasta convertirse en insostenible, teniendo entonces que tomar medidas urgentes y de choque que dejan muy a las claras su nefasto criterio a la hora gestionar tanto los recursos naturales a su cargo como los recursos humanos disponibles para ello.
Esperemos no tener que lamentar otra actuación similar a la del pestivirus de los sarrios o isards pirenaicos, que puso de manifiesto la falta de competencia de las autoridades medioambientales catalanas, y que se cuente más para dar solución a este problema con los conocimientos y medios que poseen los cazadores, evitando así tener que ver de nuevo a los agentes rurales utilizando las mismas técnicas que usan los furtivos.